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30 de octubre de 2018El mundo de la literatura tiene como uno de los más innovadores y vanguardistas escritores a Ramón Gómez de la Serna, pero el mundo de la traducción cuenta con su hermano Julio, prolífico traductor del que aún se imprimen ediciones de sus traducciones literarias. La Fábrica de Traducciones no podía dejar de hacerse eco de esta gran pareja de hermanos. Acompáñanos en este viaje a la vida de los hermanos Gómez de la Serna.
Ramón Gómez de la Serna, escritor y periodista
Juventud e inicios
Ramón nació el 3 de julio de 1888 en Madrid. Estudió Derecho y se licenció como abogado en la Universidad de Oviedo, pero nunca ejerció. Fue un escritor precoz, descendiente por línea materna de la escritora Carolina Coronado y, por línea paterna, su tío Corpus Barga influyó mucho en él y en su vocación literaria. Publicó su primera obra con tan solo dieciséis años, Entrando en fuego. En 1908 su padre funda la revista Prometeo, periodo importante para la producción de Ramón, que lo daría a conocer.
Viaja reitaradamente a París. En 1909 su padre logra que le concedan el puesto de secretario de pensiones y vive durante tres años en la capital francesa. Durante su estancia, se codea con algunos escritores españoles residentes en París, como Manuel Machado. Conoce también a Pío Baroja, con el que no se llevará bien. También viaja por Europa (Londres, Nápoles, Lisboa…). Al final de esta etapa, Gómez de la Serna hace el descubrimiento que le valdrá la posteridad en las letras españolas: la greguería (humorismo + metáfora).
Periodo de la tertulia del Pombo
A su vuelta a Madrid, tendrá gran importancia la tertulia que organiza en el Café Pombo, que se mantendrá activa desde 1914 hasta 1936. Allí se reunirán los más insignes escritores de la literatura española del primer tercio del siglo XX. Colaborará con la Revista de Occidente hasta el estallido de la Guerra Civil. Durante esos años, viajará por España dando conferencias que eran auténticos espectáculos. Prueba suerte con el teatro en 1929, pero su obra Los medios seres fue un desastre. Más suerte tuvo en la radio, participando en una tertulia para Unión Radio, que le instaló un micrófono en su casa.
En 1930 comienza el interés de Ramón por visitar América, a donde viajará para dar unas conferencias. Tiene una gran acogida en Buenos Aires, donde es conocido por sus artículos en el periódico La Nación, en el que participa desde 1927. Allí, además, conoce a Luisa Sofovich, la que será su pareja el resto de su vida. En 1932 vuelve a España, en pleno apogeo de la Segunda República. Pero poco después vuelve a Argentina, con motivo de una exposición del libro español.
La tensión política en España empieza a escalar a su vuelta. En julio de 1936, pocos días antes de estallar la Guerra Civil, clausura la tertulia del Café Pombo y da su última tertulia radifónica. Luisa busca apoyos en La Nación para sacar de España a Ramón y a su familia. Saldrán por Alicante, rumbo a Marsella y llegando finalmente a Montevideo.
El exilio en Argentina
El exilio en Buenos Aires fue complicado al principio, hasta que en 1938 Hipólito Yrigoyen les consigue una vivienda, la que será su nueva residencia. Comienzan a llegar otros exiliados, como Ortega y Gasset y Gregorio Marañón. Ya en los años 40, comienza a escribir biografías, como la de su tía Carolina Corona, de Maruja Mallo, de Azorín y de Valle-Inclán. Se encierra en su estudio y apenas sale. Le diagnostican diabetes, enfermedad que ya sufrió su padre, y cada vez duerme menos. En 1948 comienza a escribir su autobiografía, Automuribundia.
Viaja de nuevo a España, con añoranza de su Madrid natal, en 1949 para dar unas conferencias y recibir homenajes. Reabre la tertulia del Pombo, donde consiguió dar tres sesiones. El Ayuntamiento de Madrid coloca una placa en la casa donde nació. Después viajó a Barcelona, pero le comunicó a Luisa que quería volver a Buenos Aires y se marcharon precipitadamente, dejando conferencias sin pronunciar.
Agravamiento de salud y muerte
Se encierra en su torreón a escribir y le llegan las malas noticias de la concesión del Premio Nacional de Literatura a Antoniro Larreta, mientras Azorín permanecía impasible en el jurado, y el cierre definitivo del Café Pombo. Durante los siete años que van de 1953 a 1960, Gómez de la Serna escribe doce libros y un millar de artículos periodísticos. Su salud se resiente. En 1962 le descubren un cáncer entre el píloro y el duodeno. Fallece el 12 de enero de 1963 y sus restos llegan a Madrid el 23 de enero de ese mismo año. Es enterrado en el Panteón de Hombres Ilustres, propiedad de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles.
Julio Gómez de la Serna, el prolífico traductor
Los datos sobre Julio Gómez de la Serna son más escasos que los de su hermano Ramón. Nace en 1895 y se traslada con su familia a Palencia cuando su padre es nombrado registrador de la propiedad en Frenchilla. Se casa con Julia Segarra y Barinaga, con la que tendrá cinco hijos.
Duante la dictadura de Primo de Rivera forma parte de la Editorial Oriente, que realiza traducciones de obras revolucionarias. Esto supone un gran éxito para sus colaboradores, que fundan otras editoriales. En 1929 forma, junto con José Lorenzo y César Arconada la Editorial Ulises, en la que se traduce la narrativa europea contemporánea y la narrativa española vanguardista.
Prologa el libro de su hermano Ramón, El dueño del átomo (1928), obra en la que se especula, antes de su creación, con el poder de la energía nuclear y la bomba atómica. Quiso publicar un ensayo autobiográfico de su padre, pero el manuscrito original fue incautado y expurgado. Cuando lo recuperó, contaba con menos de la mitad de las páginas, lo cual hizo imposible la edición.
Después de la Guerra Civil, Gómez de la Serna continuó con su labor de traductor. En 2014 aún se conservan más de 200 entradas de sus traducciones en el buscador de la agencia del ISBN de España, lo cual nos muestra la importancia de su trabajo. En 1961 se le concede el Premio de Traducción Fray Luis de León por su traducción de las Memorias de guerra de Charles de Gaulle. Francia le concede la Legión de Honor en grado de caballero.
Entre sus traducciones cuenta con las obras completas de Oscar Wilde, André Gide (Los monederos falsos, Defensa de la cultura y Corydon), el Conde de Lautréamont (Los cantos de Maldoror), Emile Zola (París), Marcel Proust (En busca del tiempo perdido), Edgar Allan Poe (El gato negro, Berenice, Breve charla con una momia, entre otros relatos), Molière (Tartufo, El médico a palos, Don Juan, El avaro, entre otras obras), entre muchos otros autores.