La traducción turística: todas las claves
16 de junio de 2020La Apostilla de La Haya
26 de marzo de 2021El papel del traductor ha cambiado mucho durante el siglo XX adoptando un marco más formal y adquiriendo más importancia que en el pasado. A pesar de esto, por desgracia aún existen muchas personas que piensan que para traducir un texto solo hay que tener un conocimiento general del idioma de origen y el de destino. En el peor de los casos, hay quien cree aún que es suficiente utilizar una de las muchas herramientas de traducción automática que se encuentran en la web.
Sin embargo, ninguna de estas dos opciones es la correcta. En el primer caso, porque este “traductor improvisado” no posee las competencias necesarias para desarrollar un trabajo de calidad. Por otro lado, en el segundo caso, los softwares de traducción automática presentan muchas limitaciones que comprometen el resultado final. Para evitar estos problemas y para estar seguro de recibir una traducción bien realizada, tienes que contar con un traductor profesional.
Pero… ¿cuáles son los requisitos de un traductor profesional?
Un traductor profesional no solo tiene un conocimiento excelente de los idiomas que traduce, tanto desde el punto de vista lingüístico como gramatical. Se trata de un profesional que también es consciente de que, detrás de un texto, se esconde una dimensión sociocultural relacionada con el país en el que ha sido concebido y, por lo tanto, es capaz de tener en cuenta este importante aspecto a la hora de la traducción.
Un traductor profesional debe haber dedicado muchos años de estudio y formación a aprender las técnicas y las habilidades necesarias para trabajar en este ámbito, aunque su preparación nunca termina y se va perfeccionado a medida que suma experiencia.
Asimismo, profundiza sus conocimientos en uno o más ámbitos especializados (literario, técnico-científico, jurídico, etc.) y sabe gestionar numerosas herramientas (diccionarios bilingües y monolingües, herramientas TAO para la traducción asistida, etc.) que le garantizan una mayor precisión y corrección del producto final.
Un aspecto que no hay que subestimar es la capacidad del traductor profesional de recrear un texto en otro idioma sin que esto parezca una traducción. El objetivo es que el destinatario se convenza de que el texto ha sido redactado directamente en ese idioma.
Por último, tiene que tener en cuenta aspectos como el uso que se hará del producto final y quiénes serán sus destinatarios, por lo que es capaz de ajustarse a las demandas específicas de cada encargo o cliente.
En resumen: para ser competitivo y desarrollar tu negocio es fundamental poder contar con una empresa de traducción profesional. Además, este tipo de empresas responderá a las necesidades de tus clientes y te ayudará a abrirte a nuevos mercados,
En La Fábrica de Traducciones encuentras un referente especializado para realizar traducciones profesionales, de alta calidad y en tiempo récord. En una amplia variedad de combinaciones lingüísticas y para cualquier tipo de documento, La Fábrica de Traducciones es la clave de tu éxito.