En nuestra nueva entrega de Refranero español, os proponemos un viaje hacia la sabiduría popular para que la pongáis en práctica en vuestro día a día. ¡Empezamos!
Este refrán, que no tiene demasiado uso en la actualidad, nos advierte que no debe primar la cantidad de lo que se tiene, sino la calidad. Es mejor tener pocas cosas pero buenas, que muchas pero malas. Es mejor tener pocos buenos amigos que muchos malos conocidos.
No se suele usar este refrán en esta forma, con los verbos en infinitivo, sino que suele usarse con los verbos conjugados: fue por lana y volvió trasquilado. Quiere decir que alguien pretende ofender y vuelve ofendido, que da algo por ganado y lo pierde, y situaciones similares, en las que damos por hecho algo y ocurre lo contrario. Se sigue utilizando hoy en día.
Este refrán, poco usado hoy en día en el habla según el Centro Virtual Cervantes, nos avisa de que los mayores males son consecuencia de acciones, errores o descuidos del pasado. Es una advertencia para tener cuidado con las cosas que hacemos para que luego no se conviertan en problemas.
Aunque las circunstancias a priori sean malas, hay que ser positivos, pues vendrán pronto vendrán mejores condiciones. También se utiliza literalmente, aludiendo al tiempo atmosférico. Es bastante usado en la actualidad.
La discreción es algo importante y revelar cosas íntimas supone un riesgo, pues tenemos que confiar en la otra persona, lo que hace que estemos expuestos. En otras palabras, revelar secretos hace que dependamos de la discreción de otra persona y perdamos cierta libertad. Es un refrán que ya no se usa en el habla.
Este refrán, de uso frecuente, parece provenir de una antigua creencia de que en el agua podía haber malos espíritus. Al bendecirla, se ahuyentaba dichos espíritus. Es posible que se pensaba eso debido a que había muchas enfermedades que se contagiaban por beber agua contaminada. Se utiliza, refiriéndose a personas, para poner de relevancia que existe malicia en alguna acción. Es una forma, también, de justificar una alabanza o rechazar una crítica.
¿Podemos exponer este refrán de otra forma? Claro: de los errores también se aprende. En las situaciones adversas, podemos sacar conocimiento para seguir adelante y alcanzar nuestro objetivo. Por desgracia para este refrán, ya no se usa. ¡Bien valdría ponerlo de moda dentro de nuestro refranero español habitual!
Es una forma de apercibir para que se conozcan y se cumplan las leyes. Se suele usar mucho en el lenguaje jurídico.
Este bonito refrán, que está en desuso, nos muestra que se puede convencer mediante la palabra (gracias a la oratoria y la retórica, por ejemplo), pero los hechos (el ejemplo) son mucho más poderosos que cualquier promesa. Es más fácil hacer algo cuando ya lo ha hecho otro y lo hemos visto.
Hasta aquí llega la entrega de hoy de La Fábrica de Traducciones. ¿Qué refrán os ha gustado más? Esperamos que esta selección os haya amenizado el día y que os haya hecho un poco más sabios, porque nuestro refranero español está lleno de sabiduría. Ya sabéis que podéis visitar las demás entregas en este enlace. Que tengáis un maravilloso día.